Catalunya es tierra de historia, tradiciones y leyendas; de callejones estrechos donde el tiempo parece haberse detenido. Sus ciudades, marcadas por siglos de convivencia y conflictos, conservan no solo un legado arquitectónico imponente, sino también un patrimonio inmaterial hecho de relatos que se transmiten de generación en generación. En Girona, uno de los núcleos medievales mejor conservados de Europa, las leyendas se entrelazan con la realidad en cada rincón de su casco antiguo.
Entre los muros del antiguo call jueu —el barrio judío de Girona—, aún se murmura el nombre de la Tolrana, un espíritu inquieto que habría vagado por la ciudad en tiempos pasados. Este enclave guarda aún el eco de su memoria en nombres, símbolos y en historias como la que hoy nos ocupa: la de una figura fantasmal que, según cuentan, sembraba el terror entre los vecinos con su presencia inexplicable.
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El call de Girona y la huella de la comunidad judía
El call de Girona es uno de los barrios judíos medievales más evocadores de todo el ámbito catalán. Situado en pleno corazón del casco antiguo, este entramado de callejuelas estrechas, pasajes empedrados y patios ocultos ofrece al visitante un viaje directo al pasado.
Durante siglos, fue el hogar de una próspera comunidad hebrea que dejó una profunda impronta en la historia, la cultura y el desarrollo intelectual de la ciudad.
Entre los siglos XI y XV, Girona albergó una de las aljamas más importantes de la Corona de Aragón. La vida en el call giraba en torno a la sinagoga, los baños rituales (mikvé), las escuelas y las casas de estudio, donde floreció una cultura de gran riqueza pese a las dificultades y persecuciones.
La expulsión de los judíos en 1492 supuso el final de esta convivencia y el inicio de un largo silencio. Sin embargo, el legado de aquella comunidad aún permanece vivo en las piedras del call, en los nombres que han perdurado y en la memoria colectiva de Girona.
Hoy, recorrer este barrio es mucho más que un ejercicio de turismo histórico: es una invitación a reconocer y valorar una herencia cultural que fue esencial en la configuración de la ciudad y de la propia identidad catalana.
La leyenda de la Tolrana: un alma en pena en el corazón del call
Entre los muchos misterios que envuelven el call de Girona, uno de los más antiguos y sobrecogedores es el de la Tolrana, un espíritu errante que, según la tradición popular, aún deambula por las estrechas callejuelas del barrio judío. Esta leyenda forma parte del imaginario colectivo gerundense y alimenta el aura de misterio que caracteriza a esta parte de la ciudad.
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Quién era Tolrana
La leyenda de la Tolrana es uno de los relatos más conmovedores y oscuros del call de Girona, un eco persistente de una época de intolerancia, persecución y resistencia espiritual. Según la tradición oral, la Tolrana, también llamada Torana, habría sido una mujer judía que vivió en el corazón del barrio judío durante la Baja Edad Media, en los años previos a la expulsión de los judíos en 1492. Su nombre deriva de su devoción a la Torá, el libro sagrado del judaísmo, al que se habría aferrado con firmeza incluso en los momentos más desesperados.
Durante los pogromos y asedios que sacudieron muchas comunidades judías en la península ibérica, Girona no fue una excepción. Se cuenta que, en un episodio particularmente violento, las tropas cristianas irrumpieron en el call con el objetivo de saquear y destruir.
Unas ochocientas personas fueron encerradas en la Torre Gironella, entre ellas, la Tolrana y su marido. Finalmente, la mujer fue encontrada decapitada. Algunas teorías afirman que decidió acabar con su vida, aunque otras indican que fue asesinada por no aceptar su conversión.
La Torre Gironella, un enclave lleno de misterio
Situada en el punto más elevado de la muralla romana de Girona, la Torre Gironella es mucho más que una estructura defensiva: es un símbolo cargado de historia y leyenda.
Este antiguo bastión formaba parte del recinto fortificado de la ciudad y fue, durante siglos, un punto estratégico clave por su posición dominante sobre el casco antiguo.
Desde lo alto de la torre se obtienen vistas privilegiadas del call, la catedral y el entorno medieval de Girona, pero también es el escenario de numerosas leyendas locales. Entre ellas, destaca la que la vincula con el fantasma de la Tolrana, cuya trágica historia se entrelaza con esta construcción.
Hoy, la Torre Gironella se erige como un testimonio silencioso del pasado convulso de la ciudad, envuelta en un halo de misterio que la convierte en uno de los rincones más evocadores del patrimonio gerundense.
El fantasma de la Tolrana, en las calles de Girona
Desde entonces, su figura se convirtió en leyenda. Dicen que su espíritu aún ronda por el call al anochecer, como un susurro que habla de coraje, dolor y memoria. Algunos aseguran haber oído su lamento en las calles estrechas o en los patios sombríos.
La Tolrana no es un espectro de terror, sino una aparición que simboliza la fidelidad a los principios y la fuerza interior ante la injusticia. Su historia nos recuerda que las piedras antiguas del call no solo guardan historia: también conservan las huellas de quienes defendieron su identidad hasta el final.
Entre realidad y leyenda, la Tolrana sigue siendo un símbolo del alma judía de Girona, viva aún en cada rincón de su barrio antiguo. Recuerda que con los servicios de traslado compartido y servicios de traslado privado, económicos y sostenibles, de Shuttle2Sun, puedes desplazarte hasta la ciudad, desde el aeropuerto de Barcelona, el puerto de Barcelona, el aeropuerto de Reus, el aeropuerto de Girona y la estación de tren AVE Camp de Tarragona.
